Con frecuencia solemos escuchar frases como: ‘el zapato me encanta pero, claro, es piel de ante, y se ensucia más’, o ‘¿no lo tienes igual pero en piel? (como si el ante no fuera un tipo de piel), o también ‘es que se estropea antes’, ‘la piel de ante no sirve para el invierno’ y cosas por el estilo. Pues bien, vamos a desmitificar un poco todo esto.
En primer lugar, la piel de ante se ensucia igual que cualquier otra, que se note más o menos depende más del color de la piel que del tipo de piel en sí.
Por otro lado, existen limpiadores específicos para este tipo de piel; igual que nos compramos un betún o grasa de caballo para cualquier zapato de otro tipo de piel (napa, cuero, etc), nos lo podemos comprar para la piel de ante o nobuk (que no es lo mismo). Suelen estar en la misma estantería, no es tan difícil.
Y lo de que un zapato de ante no sirve para el invierno es cosa del pasado. Es verdad que tradicionalmente ha sido un calzado veraniego, pero debido a que, al ser una piel muy, muy suave, se puede usar sin forrar, por lo que no es necesario ponerse calcetines; además, el pie transpira mejor (aunque cualquier piel transpira, pero de eso hablaremos más adelante) y admite una gran gama de colores, cosa que nos gusta mucho en verano. Pues bien; hoy en día el ante se puede tratar con determinados productos que hacen que sea más resistente a la lluvia y en invierno por supuesto vienen forrados.
Aún así y para que este sea un post de lo más completito, vamos a enumerar algunos cuidados y limpieza para este tipo de piel:
Ya hemos dicho que existen limpiadores específicos, incluso hay impermeabilizadores.
Para las manchas se puede utilizar una goma de borrar común, un poco de miga de pan limpia e incluso una toallita de bebé (producto milagroso donde los haya); aunque también existen gomas específicas que se pueden comprar en cualquier supermercado.
En el caso de que el zapato se mojara, se debe dejar secar a la sombra con papel de periódico en su interior, para que absorba la humedad.
Existen cepillos especiales para la limpieza del ante que te ayudarán a mantener tus prendas intactas y limpias. Estos utensilios cuentan con dos cabezales, uno con cerdas metálicas y otro cerdas suaves.
Al cepillar con la parte de metal, lo haremos cuidadosamente y en contrasentido del pelo, para eliminar la suciedad; a continuación, frotaremos con la otra cara del cepillo, suavemente en el sentido del pelo para peinar la superficie del ante.
Dicho todo esto, ya podemos mostrarte nuestro escaparate de zapatos de piel de ante. ¡No tengas miedo, que no muerden!
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